La consistencia es clave para cambiar hábitos de sueño

Cuando recibo familias en consulta, uno de los temas de los que mas hablamos es la consistencia. La consistencia es clave para que el entrenamiento para enseñar a tus hijos a dormir funcione. Y te explico por qué:

Recuerdo mis primeros meses de mamá, lo que mas deseaba en todo el mundo era que mi hijo durmiera. Pues resulta, que los bebés nacen sin un ritmo circadiano. Y ese ritmo circadiano, es el responsable de la maduración del sueño. Esto quiere decir que es muy común tener despertares nocturnos los primeros meses de nuestro hijo. Durante ese tiempo en que nuestro hijo se despierta constantemente, desarrollamos algunos hábitos que nos funcionan para que nuestro hijo duerma. Algunos padres arrullaran, otros darán pecho, otros usarán el columpio, etc. Pero, para todos ellos, nuestro hijo nos necesita para dormir. Justo eso es lo que buscamos eliminar y cambiar durante el entrenamiento, para que esos hábitos nuevos lo ayuden a conciliar el sueño por si solo.

Entonces, si estas considerando entrenar a tu hijo para dormir, necesitas estar 100% listo para poder manterte consistente. Y es verdad. Antes de empezar debes crear un plan de acción, estar seguro de poder dedicar todo tu tiempo y fuerzas a ser completamente consistente, ya que si no, caerás en un refuerzo intermitente  (Que ahorita te explicaré).  Asi que, honestamente, es mas conveniente entrenar a un niño mas grande y que esperes a estar realmente listo, a que hagas el entrenamiento a medias o sin tener un plan a seguir. Con niños mayores de 18 meses y/o que ya han tenido intentos de entrenamiento previamente, la consistencia es todavía aun mas importante.

Cuando no seguimos el plan de entrenamiento consistentemente, corremos el riesgo de enviar mensajes mixtos a tu hijo. Esto se le conoce como “Refuerzo intermitente”. El no podrá descifrar qué comportamiento merece recompensa y que tipo de comportamiento no lo hace, asi que hará todos los comportamientos que alguna vez le han funcionado, creándole aun mas frustración. Este tipo de comportamiento es el mas difícil y tardado de cambiar. Es decir, el refuerzo intermitente significa que a veces cedes y otras no, dando un mensaje tan mezclado al niño que no le encuentra predictibilidad ni sentido. Por ejemplo, a veces te doy el chupón, a veces te arrullo, a veces te llevo a mi cama, a veces te doy de comer, etc. La palabra clave es “a veces”. Y vamos, a veces esta bien romper las reglas y ceder, pero cuando se trata de entrenamiento para dormir, esto no es una opción, ya que traería mas llanto, alargaría el proceso de entrenamiento y lo haría mas difícil.

Dormir es instintivo, pero dormirnos es aprendido, y es una habilidad que debemos enseñar a nuestros hijos. El refuerzo intermitente es la razón por la que tu bebé sigue despertando y necesita que lo ayuden a volver a dormirse o que tu hija de 3 años espera que te acuestes con ella para irse a dormir.

Cuando se trata de dormir, ese “a veces” es un gran problema. Durante el entrenamiento, ese “a veces” retrasará o empeorará el  éxito de tu entrenamiento. Es por eso, que siempre recomiendo entrenar cuando no hay cambios fuertes, como viajes, eventos sociales importantes, etc. que puedan cambiar la rutina y/u horarios de tu hijo, ya que de esta manera, mantener la consistencia es mas probable. Y  entiendo que para algunas familias, esto es imposible en su dinámica, solo asegúrense de que cuando comiencen, estén listos para ser consistente con sus respuestas todas las horas de toda la noche.

Las primeras noches de entrenamiento serán muy pesadas, incluso dormirás menos que lo que dormías antes de iniciar. Esto es por que al modificar el comportamiento de sueño de tu hijo, tendrá que renunciar a algunos hábitos o muletillas que utilizaba para dormir que hacían que se durmiera rápido y ahora tarde mas en dormirse. Incluso, hay niños que se resisten al cambio y que todo puede empeorar antes de mejorar.

Nuestros hijos no entienden por qué cambiamos la rutina para dormir. Si tu bebé no es verbal, llorará para externalizar su descontento. Y si si es verbal, tendrá mucho que decirte. Cambiar los hábitos de sueño es un desafío, pero si te rindes a medio camino, nunca tendrás éxito. Si a tu hijo a veces lo levantas y arrullas y a veces no, entonces ¿Por qué crees que esta vez tu hijo no va a asumir que esta vez vas a cambiar de opinión (como lo has hecho antes) y volverás a levantarlo y arrullarlo como lo hacías antes de entrenar? Esto es aun mas cierto si has sido inconsistente en tu respuesta durante sus despertares.

Yo también fui una mamá desvelada y cansada y entiendo que hacemos lo que podemos para sobrevivirir.  Pero, una vez que estan comprometidos para empezar el entrenamiento, queremos que estés al 100%, de otra manera no sería justo ni para ti  ni para tu hijo. El refuerzo intermitente creará mas llanto, que es lo que estamos tratando de evitar en un principio. Cambiar hábitos toma tiempo y esfuerzo, no verás resultados de la noche a la mañana, pero en 7 a 10 días deberías ver un cambio significativo, pero para lograrlo, es esencial ser coherente durante todo el proceso del entrenamiento.

Por otro lado, la inconsistencia no solo se presenta en la respuesta que se le da en la noche, si no entre mamá, papá y/o cuidadores. Es importante tener buena comunicación sobre el camino que se quiere seguir en la educación de los hijos para que haya coherencia y consistencia entre todos.

Hablando del entrenamiento para dormir en específico, sin un acuerdo entre ambos, es posible que cada uno de ustedes se ocupe de los despertares o de la siesta de forma diferente, lo cual es confuso y frustrante para el otro padre, y sobre todo, para su hijo.

Ser inconsistente hace que los comportamientos que queremos cambiar se hagan aún mas fuertes. Nuestros niños, aunque pequeños, son muy inteligentes y se dan cuenta rápidamente. Por ejemplo, si esperas que tu hijo de 5 años recoja sus juguetes todas las noches,  pero a veces dejas que no lo haga, entonces el aprende que recoger los juguetes es opcional. La misma idea aplica al sueño. La misma idea aplica al suelo, si algunas veces lo dejas dormir en tu cama, pues dormir en la suya, también es opcional. Si estás tratando de sacar a tu hijo de tu cama, debes hacerlo todas las noches, no solo la mayoría de ellas. El no entiende por que el sábado y el domingo si lo dejas dormir contigo y el lunes y martes lo dejas llorar 90 minutos o por qué no lo llevas a tu cama a la 1am en vez de las 4am. Los bebés no entienden de fechas ni de tiempo. Asi que con mayor razón va a llorar. Es su manera de decir que no comprende lo que esta pasando  y por qué no lo dejas ir a tu cama como ayer.

Decide tu respuesta y luego síguela. Al principio llorará, pero recuerda, no tienes por que darle la espalda. Cálmalo, ayúdalo, muestrale y dile que lo quieres, y esas lagrimas desaparecerán.